20.1.09

¿Cómo conservo un buen ambiente de trabajo en situación de crisis?


Por Raciel Sosa
Director de Formación de Líderes de Great Place to Work México, Centroamérica y Caribe

Las crisis son ciclos inherentes a todas las economías y en países latinoamericanos han sido una constante en los últimos cuarenta años. Hace unos meses alguien me dijo que ya había llegado la crisis, yo pensé: ¿Pues cuándo se fue?...

En mi afán de ser siempre optimista, pienso que la ventaja de lo dicho anteriormente es el hecho de que hemos aprendido a conocer, a entender y a lidiar con las crisis. Las lecciones más importantes que yo rescato, y que son fundamentales para conservar un buen ambiente laboral, son:

1. Las crisis son cíclicas:
En otras palabras, las crisis siempre pasan. Es muy importante que nuestro equipo organizacional no pierda esta perspectiva. Muchas personas se deprimen y bajan su productividad porque no ven futuro. Sienten como si las crisis fueran eternas y que nunca serán superadas. La gente se estaciona emocionalmente al punto, que aún cuando se presentan signos de mejoría, no tienen capacidad de reconocerlos.

2. Las crisis son oportunidades:
Este tema es muy conocido, pero a veces pareciera que no se entiende este concepto. La gente lo repite pero no sabe bien a bien cómo ponerlo en práctica. Sin embargo, es cierto, muchas de las grandes fortunas en el mundo se gestaron en tiempos de crisis, en donde algunos no se dejaron arrastrar por el miedo y el pesimismo. Es gente que trabajó mucho pero no sólo eso, trabajó con mucha inteligencia para leer el entorno y buscar opciones y necesidades a satisfacer.

3. Las crisis representan cambios y los cambios implican desarrollo:
Las crisis generalmente son la respuesta de un sistema o de una serie de procesos descarrilados. Se presentan porque ciertas deficiencias no fueron corregidas, ya sea porque no se detectaron o porque no se consideraron relevantes, y sus efectos negativos se fueron acumulando al punto que van corrompiendo y depauperando el entorno. La crisis es la última oportunidad para corregir y mejorar. Es el momento de reconstruir o de rehacer. Es un momento de cambio que implica poner a prueba nuestras capacidades pero también de desarrollar nuevas competencias. Como en la naturaleza, no sobreviven ni los más grandes ni los más fuertes sino aquellos que tienen más capacidad para adaptarse.

4. Las crisis evidencian la capacidad de los líderes:
Los auténticos líderes son totalmente identificables en tiempos difíciles. Son personas que se involucra con su gente y utilizan todo su talento para generar opciones laborales, al mismo tiempo que buscan como motivar a su personal. La pregunta que se hacen es: ¿Cómo sí…? En lugar de ¿por qué no? Son proactivos y toman riesgos. Los líderes son fundamentales para generar un buen entorno. Son ellos los portavoces de la organización y por tanto su gestión tiene una repercusión en toda la empresa. Es también durante las crisis que aparecen líderes que antes no se habían identificado por lo que es muy importantes ser observantes de aquellos que se destacan en su gestión en tiempos difíciles.

5. En tiempos de crisis, el que cuida a su gente cuida su negocio:
Este probablemente es el principio más importante para mantener un clima organizacional sano. Las empresas que se preocupan y luego se ocupan de su gente son las que tienen más posibilidades de ser exitosas al mismo tiempo que logran un entorno laboral sano. Esto no significa que no se tengan que tomar decisiones difíciles y llegar incluso a separar gente de la empresa. Estos extremos a veces son necesarios para preservar la vida de la organización, lo cual es fundamental. Sin organización ya no hay ni buenos ni malos climas organizacionales. La empresa que cuida a su gente es aquella que verdaderamente agota todas las opciones antes de afectar a su personal, pero cuando es inminente y no existe otra salida lo hace con una gran imparcialidad, con mucho respeto y buscando cómo apoyar a la gente que se va. Hacen programas de outplacement para ayudar a aquellos que salen para ayudarlos a vivir adecuadamente su transición. Este proceso no sólo influye positivamente a los que salen de la empresa, sino también aquellos que se quedan y que se sienten orgullosos de pertenecer a una empresa que cuando tiene que tomar decisiones tan complicadas y dolorosas se preocupa también de los métodos, cuidando las formas y respetando a las personas que en su momento fueron parte de las filas de la organización.

Este artículo también lo podrás ver en: Intermanagers

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